El ácido hialurónico (AH) es una molécula que está presente de forma natural tanto en el líquido sinovial de las articulaciones como en la matriz extracelular de ligamentos, tendones y cartílago.
En la rodilla, esta molécula participa en la absorción de impactos, en la nutrición del cartílago y en la lubricación de las superficies de contacto. Estas funciones se le aplican, asimismo, a las presentaciones de AH artificial, que se inyecta dentro de la articulación.
Los estados inflamatorios de la rodilla y de otras articulaciones alteran la composición del líquido sinovial, y esta alteración produce un daño en el cartílago. La inyección de AH pretende devolver la normalidad en la composición al líquido sinovial, con lo cual se pretende mejorar los síntomas en cuanto a dolor e inflamación, y producir un efecto condroprotector. Asimismo, el AH inyectable ha demostrado algún papel en el tratamiento conservador de las lesiones degenerativas de los meniscos. Su eficacia disminuye cuanto mayor sea la degradación del cartílago articular.