El menisco es como una almohadilla cartilaginosa que hace de amortiguador para proteger la articulación de la rodilla. Por el desgaste de la edad o por accidentes puede lesionarse y provocar dolor. A uno de cada cuatro pacientes se le sutura y se le conserva. Pero en la mayoría de los casos, no hay más opción que extirparlo. El problema es que como la función de amortiguación se pierde, al cabo de 10 ó 15 años de la operación suele aparecer artrosis de rodilla, una patología que a veces es incapacitante y hasta puede bloquear la articulación.
De ahí que desde 2004, el Hospital Clínico aplique una técnica pionera para pacientes relativamente jóvenes que tienen mucha vida por delante: el trasplante de meniscos. En Málaga, es el único centro sanitario público que lo hace. El límite de edad para esta operación oscila entre los 45 y los 50 años. El perfil del paciente es el de un varón de 20 a 30 años que se ha roto el menisco en un accidente de moto o deportivo y en el que la reparación mediante sutura no es viable.
Al año, el hospital hace una media docena de estas intervenciones. “Son casos muy concretos, pero que mejoran mucho la calidad de vida del paciente”, apunta el responsable de la Unidad de Artroscopia del Clínico, Alejandro Espejo. La intervención se hace cuando un enfermo al que se le ha extirpado el menisco a los cinco o diez años empieza a notar dolor y todavía no tiene una artrosis grave. El traumatólogo no quiere generar falsas expectativas y advierte que a pesar del trasplante, el paciente no queda igual que antes de la lesión porque ha sufrido un accidente, una operación para extirparle el menisco, es cinco o diez años más viejo, afronta una segunda intervención para el trasplante y luego la rehabilitación. “No es milagroso, el paciente no se queda igual que antes”, insiste.
Pero en la veintena de intervenciones que ha hecho desde que comenzó a utilizar la técnica, la calidad de vida de los enfermos ha mejorado. Estas operaciones son posibles gracias a que hay familias que aceptan donar tejidos de seres queridos fallecidos y a que luego el Banco de Tejidos, ubicado en el Hospital Civil, los procesa para su conservación hasta que algún cirujano los necesita. En el mercado existen prótesis artificiales, pero además de costar más de 3.000 euros, su eficacia no está suficientemente contrastada. En cambio, los trasplantes de menisco de donante cadáver dan resultado. Esta técnica no es costosa. Solo requiere la mano de obra de los cirujanos y la generosidad de familias que sigan diciendo sí a la donación.
Tanto la prueba diagnóstica como el trasplante se hacen por artroscopia, que consiste en realizar pequeños orificios alrededor de la rodilla -sin necesidad de abrirla- por los que los cirujanos acceden al interior de la articulación para ver cómo está, primero, y para intervenirla, después. Desde el trasplante hasta que el paciente se recupera pueden pasar unos cuatro meses, ya que luego el enfermo tiene que hacer rehabilitación. “Son pocos casos, pero es importante porque es gente joven. Y además, es una técnica que va en aumento. Vamos a evitar muchas artrosis de rodilla”, apunta el traumatólogo del Hospital Clínico. Y añade: “La artrosis de rodilla es muy incapacitante y en personas de menos de 45 ó 50 años hay que intentar evitarla”.
Espejo es muy didáctico y para explicar a sus pacientes la lesión que tienen y en qué consistirá la intervención dispone de una reproducción de una rodilla. El plástico que representa los meniscos está teñidos de azul de tantas veces que ha marcado con bolígrafo los pasos de la operación.
Diario Málaga Hoy (Leonor García)